RÍO DE JANEIRO, Brasil.- El despliegue fue gigantesco. La ceremonia de cierre tuvo todos los chiches (con los músicos brasileños más reconocidos) y principalmente seguridad. Fueron 10.000 efectivos de la policía militarizada, de la Fuerza Nacional y de las tres Fuerzas Armadas los que custodiaron el mítico estadio Maracaná en la previa a la final del certamen. Y no pasó desapercibido porque significó el mayor despliegue policial de la historia deportiva de Brasil.
El cordón policial logró impedir que unos 4.000 manifestantes se acercaran al estadio para protestar contra la corrupción y los millones que se gastaron para este torneo y el Mundial de fútbol de 2014.
En Bahía, los terceros
En el certamen fue de lo más flojito, pero en el momento de los penales... A su juego lo llamaron a Gianluigi Buffón, el 1 de Italia que puso las manos justo para que su selección al menos pudiera hacer podio.
Fuera de las fotos quedó Uruguay, que durante el duelo por el tercer puesto dio pelea, pero no pudo con el 1 desde los 12 pasos.
Buffón tapó tres disparos y el resultado fue 3-2 para los "tanos" (luego de que en los 90' cerraran un 2-2 parejito). Con el resultado consumado el que festejó fue Italia, pero lo cierto fue que los dos pudieron sacar buenas conclusiones.
A un año del mundial, tanto la "azurra" como la "celeste" lograron destacarse y ganarse una especie de atención anticipada para la competencia que se viene. No será sorpresa que ellos también animen Brasil 2014. (Especial-DPA)